12 de mayo de 2013

1, 2, 3... probando, probando...

Okey. Ahora sí. 
Hace cinco meses dije que volvía y no volví un carajo. 
Acá estoy, hasta acá llegué.
Volví, resurgí de las cenizas como el ave fénix porque lo necesito.
Escribir me hace bien, me da paz, me libera, me descarga. Y hoy, necesito eso. Descargar.
Quizás estoy canalizando mal la energía y estoy liberando cosas por donde no debo. Tengo que encontrarle la vuelta. Esto es como cuando estás nerviosa y te empieza a doler el estómago. Canalizas como el culo. Acá igual. De A saltás a Z como si nada y, generalmente, la llegada a Z termina siendo cualquier cosa, nada que ver con lo que debería, de hecho, es probable, que ni siquiera tuviera que llegar a la Z. 
A lo mejor ahora, arranco mejor los caminos, qué sé yo. Con probar no pierdo nada. Necesito ocupar más mi tiempo en algo, y qué mejor que hacerlo en algo que amo? 
Vamos, se puede. Yo puedo. Sé qué sí.