26 de mayo de 2010

Elegir...
Siempre hay que elegir, ya estoy cansada.
Para todo lo que uno quiere hacer hay que optar entre una cosa y otra.
Desde que te levantás hasta que te vas a dormir..
Yo no soy buena con las decisiones, no sé cuándo tomarlas, ni por qué y menos que menos, para qué...
Si uno no tuviera que andar eligiendo todo el tiempo, las cosas serían más fáciles, definitivamente.
Además, no sé si uno esta preparado para tomar todo tipo de decisiones, porque hay algunas que son fáciles y otras no tanto.
Me levanto ahora o en cinco minutos?
Me como las galletitas que sobraron o una rodaja de queso y dulce?
Le digo que sí o le digo que no?
Sigo escribiendo o me voy a hacer algo más productivo?
Devuelvo lo que me dan o no sirve pagar con la misma moneda?
Es idiota o se hace?
A la gran mayoria de estas elecciones les encontramos respuesta sin darnos cuenta, porque claramente, la vida no nos da tiempo para parar y pensar cada decisión.
Entonces ahí es donde todo sale como el culo, porque uno no tiene tiempo ni para decidir que quiere comer. Porque si perdés un segundo más debatiendo con vos mismo entre las galletitas que sobraron y la rodaja de queso y dulce de batata, cuando mirás el reloj se te pasó la hora de la merienda y tenés que ir a bañarte, a comprar, a visitar a tu tía, a suicidarte o a hacer lo que tenías programado para después de la merienda.
Me asombra que la gente corre, corre para llegar a hacer todo, entonces mientras se toma unos mates va enchufando la plancha para repasar un jean y como la plancha no esta caliente del todo mientras se saca el esmalte hecho percha que tiene en las uñas a la vez que tararea un tema de Sabina que puso de fondo para amenizar la cosa.
Después de hacer todo, se me pregunta, me pregunto, que disfruté? Los mates? Planchar? Arreglarme las uñas? Escuchar mi tema favorito de Sabina? No, no disfruté nada. Y no solo eso, sino que todo me salió como el culo: los mates estaban horribles, el jean quedó arrugado, me quedó esmalte rojo en las uñas y el tema de Sabina lo escuché por la mitad.
Entonces, que gané con correr? Nada.
Lo gracioso es que verlo en ejemplos asi puede parecer una pavada lo que digo, pero si pensamos que desde la misma forma en la que corremos en estas tareas lo hacemos con algunas como: Paso cinco minutos a ver a Fulanito que hace un montón que no lo veo, mientras tomamos unos mates le mando un mensaje de texto a Menganito para juntarnos en veinte minutos en la esquina, pero uy! la puta, me esta llamando Sultano que en media hora esta en casa y yo que quería prepararme para salir con mi chico a la noche. Y al día siguiente decimos, tuve un finde movidito, pero la pasé re bien!
MENTIRA! La pasamos como el culo, porque no DISFRUTAMOS NADA!
No corro más, no tomo más decisiones sin pensarlas, lo que pueda hacer lo haré y para lo que me falte tiempo tendré mi elección pensada para adelantar algunos pasos en mi próxima vida!